La visualización como recurso
Visualizar es crear y ver una imagen a través de la mente. A nivel cerebral la persona empieza a proyectar, como una película un estado interno, un deseo, un objetivo.
A través de la visualización dirigimos nuestra mente por medio del diálogo interno y nuestras representaciones internas, nuestros pensamientos, hacia nuevas experiencias por vivir o recordar lo ya vivido.
Es una estrategia creativa para instalar experiencias en el sistema nervioso, acercarnos al estado deseado y logrando el estado de bienestar.
En momentos de estrés podemos recurrir a visualizaciones que nos permitan asociarnos a estados emocionales placenteros.
Cuando una visualización está bien realizada, al cerebro no le importa si aquello realmente sucedió en el mundo real o es sólo fruto de la imaginación.
Para tener en cuenta:
Que las imágenes sean lo más exactas posibles, con colores, formas, sonidos, olores, sabores, sensaciones. Sea descriptivo
Es conveniente que se asocie a la visualización, reforzando así su efecto.
Instale la creencia de que lo que está visualizando se convertirá en la realidad, que es bueno para su vida.
Nuestra mente nos permite crear o recrear escenarios, realidades, que nos permitan diseñar futuros posibles o recuperar estados del pasado.
Ejercicio para guiar: individual o grupal.
Asociarse a un estado placentero por ejemplo CONFIANZA o cualquier otro estado ( seguridad, serenidad, alegría, calma, paz, equilibrio, armonía)
Sentado. Cierra los ojos. Relájate. Siente la respiración, los pies apoyados en el piso, las piernas y la espalda descansando y, de a poco te pido que vayas trayendo las imágenes de un momento de tu vida en el que te hayas sentido confiado/a.
En qué lugar estabas, con quien, si es de día o de noche, los gestos de las personas que te rodean (si refiere que las hay) los colores y formas del lugar, si hay sonidos, palabras, música o silencio.
Si hay palabras que palabras y el tono de las voces, que dicen.
Hay olores, perfumes, sabores.
En qué lugar de tu cuerpo registras la sensación de CONFIANZA.
Quédate allí viendo, escuchando y sintiendo.
Repetir en voz alta:
MIRÁ LO QUE MIRAS, ESCUCHÁ LO QUE ESCUCHÁS Y SIENTE LO QUE SIENTES.
Esperar un momento e invitarlo a volver aquí y ahora.