Depresión.

Consecuencias de la depresión

Hasta ahora hemos hablado de las causas de la depresión, de sus síntomas, de los tipos y de sus tratamientos. Pero también nos preguntamos cuáles son las consecuencias de una depresión. Las consecuencias de sufrir una depresión, sus secuelas y los cambios que se producen en nuestra vida una vez la hemos superado.

Evita los riesgos y aprende de ello

Podemos adelantar que no todas las consecuencias de la depresión son negativas. Pero sí es cierto, que los riesgos que corremos cuando estamos sumidas en la depresión nos pueden afectar a nivel emocional y físico. Vamos a evaluar las consecuencias de la depresión para poder estar prevenidas y evitar problemas.

Consecuencias negativas de la depresión

La depresión se caracteriza por dejarnos sin ganas, sin ilusión, sin fuerzas y sin esperanza, por lo que es fácil adivinar las consecuencias de atravesar un estado depresivo por un tiempo prolongado. En los casos más graves, una persona con depresión puede llegar hasta el intento de suicido, por lo que no estamos hablando de un simple periodo de tristeza.

Esa desilusión, pero también esa falta de autoestima, ese creer que no valemos nada y ese dejarnos abandonar puede hacer que nos aislemos socialmente, lo que puede empeorar el sentimiento de soledad que suele ir asociado a la depresión. Desde perder amigos, parejas rotas, relaciones familiares destrozadas hasta quedarnos sin trabajo y con un montón de problemas económicos, es el abanico de consecuencias que puede dejar una depresión.

Además, la depresión se deja notar también en el plano físico. A los dolores de cabeza, a los dolores musculares o al cansancio se le suman los efectos secundarios de los antidepresivos, cuando finalmente nos ponemos en tratamiento. Además, la depresión debilita nuestro sistema inmunitario, por lo que también está asociada a numerosas enfermedades, infecciones y hasta problemas cardiovasculares.

Consecuencias positivas de la depresión

Pero es que a nosotras nos gusta ser optimistas y ver el lado bueno de las cosas porque, indudablemente, todo tiene su parte positiva. Si las consecuencias de sufrir una depresión son tan negativas como aterradoras, las consecuencias de superar esa depresión se convierten en un tesoro repleto de beneficios.

Porque superar una depresión cuesta mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucho tiempo, pero al final, merece la pena. Y merece la pena no sólo por liberarnos de ese lastre que nos paraliza, sino que generalmente, al superar una depresión, nos transformamos en personas más fuertes psicológicamente, más preparadas para afrontar cualquier adversidad.

Superar una depresión supone aprender a mantener el equilibrio emocional, subir los niveles de autoestima y ser más conscientes de las cosas buenas que nos ofrece la vida. En definitiva, tras superar una depresión aprendemos a disfrutar más de la vida y a ser más felices. Y tampoco podemos olvidarnos de la oportunidad que supone caer hasta el fondo a causa de una depresión, para resurgir con más fuerza y empezar una nueva vida. Una vida mejor.

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